miscelanea de frutas ideales para comer al caer el sol sobre las costas del mundo
domingo, noviembre 01, 2009
Ya que Noviembre y Otoño huelen un poco de muerte es todo muerte
Preguntéle quién era y díjome:
-La Muerte.
-¿La Muerte?
Quedé pasmado, y apenas abrigué en el corazón algún aliento para respirar, y muy torpe de lengua, dando trasijos con las razones, la dije:
-¿Pues a qué vienes?
-Por ti-dijo.
-¡Jesús mil veces! Muérome, según eso.
-No te mueres-dijo ella-. Vivo has de venir conmigo a hacer una visita a los difuntos, que pues han venido tantos muertos a los vivos, razón será que vaya un vivo a los muertos y que los muertos sean oídos. ¿Has oído decir que yo ejecuto sin embargo? Alto; ven conmigo.
Perdido de miedo le dije:
-¿No me dejarás vestir?
-No es menester -respondió-, que conmigo nadie va vestido, ni soy embarazosa. Yo traigo los trastos de todos, porque vayan más ligeros.
Fui con ella donde me guiaba, que no sabré decir por dónde, según iba poseído del espanto. En el camino la dije:
-Yo no veo señales de la muerte, porque a ella nos la pintan unos huesos descarnados con su guadaña.
Paróse y respondió:
-Eso no es la muerte, sino los muertos o lo que queda de los vivos. Esos huesos son el dibujo sobre que se labra el cuerpo del hombre; la muerte no la conocéis, y sois vosotros mismos vuestra muerte, tiene la cara de cada uno de vosotros y todos sois muertes de vosotros mismos; la calavera es el muerto y la cara es la muerte y lo que llamáis morir es acabar de morir y lo que llamáis nacer es empezar a morir y lo que llamáis vivir es morir viviendo, y los huesos es lo que de vosotros deja la muerte y lo que le sobra a la sepultura. Si esto entendiérades así, cada uno de vosotros estuviera mirando en sí su muerte cada día, y la ajena en el otro, y viérades que todas vuestras casas están llenas della y que en vuestro lugar hay tantas muertes como personas, y no la estuviérades aguardando, sino acompañándola y disponiéndola. Pensáis que es huesos la muerte y que hasta que veáis venir la calavera y la guadaña no hay muerte para vosotros, y primero sois calavera y huesos que creáis que lo podéis ser.
-Dime -dije yo-: ¿qué significan estos que te acompañan, y por qué van, siendo tú la muerte, más cerca de tu persona los enfadosos y habladores que los médicos?
Respondióme:
-Mucha más gente enferma de los enfadosos que de los tabardillos y calenturas, y mucha más gente matan los habladores y entremetidos que los médicos. Y has de saber que todos enferman del exceso o destemplanza de humores, pero lo que es morir, todos mueren de los médicos que los curan, y así no habéis de decir cuando preguntan: ¿de qué murió fulano?, de calentura, de dolor de costado, de tabardillo, de peste, de heridas; sino, murió de un Doctor tal, que le dio de un Doctor cual. Y es de advertir que en todos los oficios, artes y estados se ha introducido el don, en hidalgos, en villanos; yo he visto sastres y albañiles con don, y ladrones y galeotes en galeras. Pues si se mira en las ciencias, en todas hay millares. Solo de los médicos ninguno ha habido con don, pudiéndolos tener muchos más: todos tienen don de matar y quieren más don al despedirse que don al llamarlos.
En esto llegamos a una sima grandísima, la Muerte predicadora y yo desengañado. Zabullóse sin llamar, como de casa, y yo tras ella, animado con el esfuerzo que me daba mi conocimiento tan valiente. Estaban a la entrada tres bultos armados a un lado y otro monstruo terrible enfrente, siempre combatiendo entre sí todos y los tres con el uno y el uno con los tres. Paróse la Muerte y díjome:
-¿Conoces esta gente?
-Ni Dios me la deje conocer -dije yo.
-Pues con ellos andas a las vueltas -dijo ella- desde que naciste; mira cómo vives -replicó-: estos son los enemigos del hombre: el Mundo es aquel, este es el Diablo y aquella la Carne.
Y es cosa notable que eran todos parecidos unos a otros, que no se diferenciaban. Díjome la Muerte:
-Son tan parecidos que en el mundo tenéis a los unos por los otros. Piensa un soberbio que tiene todo el mundo y tiene al diablo; piensa un lujurioso que tiene la carne y tiene al demonio, y ansí anda todo.
martes, octubre 27, 2009
CARLOS OROZA EN REDONDELA 1/4
http://carlosoroza.blogspot.com
América
Me he refugiado en este trozo oscuro y estoy inmerso en esta oscuridad
Y es más inmensa aún la noche inmensa y casi muerta la noche arrastro com su voz tremendo.
Por eso cuando ibas por la carretera y te desviaste hacia el mar
Y me contaste que habías visto salir de debajo de las aguas brazos – .
Brazos trepando – trepando hacia la arena
Comprendí que eran seres. Miles de seres que el mar había rescatado.
Miles de años de seres de America escapada.
América estaba al lado del mar tratando de subir por una inmensa cuesta blanca arriba
De arena blanca hasta llegar al blanco fronterizo com la carretera.
Era toda América crucificada a la orilla. – Toda la América insalvada y fija –.
Brazos saliendo del mar crucificados – avanzando brazos pájaros sin cabeza.
Brazos voces sumísas en la orilla.
Y Poe estaba americando y Poe llevaba un bicho que habia salido por su boca.
Y era Poe Poe Poe.
Poe haciendo ruidos com el agua.
Poe besando por el alma de la playa.
Y toda aquella gente que venía suspendida por la carretera
No se daba cuenta de nada porqur no tenían la costumbre de mirar la oscuridad
Ni sus ojos estaban habituados a la noche.
Eran los ojos oriundos los ojos de una infinita estepa sedienta y soleada.
Y fue horrible enfrentarse com aquello. Enfrentarse com la carretera y bajar al mar.
América estaba crucificada a la orilla. Toda la América hundida – La América errante
Y los brazos se alzaban – se alzaban y se hundían –.
Se alzaban gateando hasta llegar al blanco fronteterizo entre la carretera y el mar.
Era América crucificada – América hundida que trataba de llegar a la carretera.
Aquella noche en la playa cruzaste. Tocaste aquellas manos
Y las manos se soliviantaron. Empezaron a levantarse y a rechazarte.
Empezaron a golpear en el mar a sublevar las olas
A devolver al aire al cielo al techo la lluvia que había secado.
Y tu has tocado has dado com las manos en el aire
Has dado com las manos en el agua y esrtás golpeando – golpeando de nuevo com el agua.
Y Poe estaba americando. Y Poe llevaba un bicho que había salido por su boca.
Poe haciendo ruidos com el agua..
Poe besando por el alma de la playa.
Y América ya no recibía calor. América estaba crucificada.
Penetraste aún más. Llegaste al pie del agua te transformaste
Y querías atraer las cosas Atraerlas a la carretera y llevarlas a la noche inmensa y seca.
Y había miles y miles de Kilómetros y ellos estaban estancados
Estaban estampados por la espalda y por el pecho.
Estaban estampados en la arena y contra el agua
Y Poe estaba americando. Y Poe llevaba un bicho que había salido por su boca.
Y era Poe Poe Poe.
Poe haciendo ruidos com el agua..
Poe besando por el alma de la playa.
Y América estaba crucificada a la orilla.
Y no había conseguido avanzar ni un milímetro tan solo.
Desesperadamente de amaramer mi alma se multiplicaba.
Y se engendraba buscando canales para salvarse.
Y no podía ser. Tropezaba contra la carretera y no podía avanzar.
Y volvía formando círculos a incrustarse en los dedos de América.
Y Poe estaba americando. Y Poe llevaba un bicho que había salido por su boca.
Y era Poe Poe Poe.
Poe haciendo ruidos com el agua..
Poe besando por el alma de la playa.
jueves, septiembre 17, 2009
y ahi tu mirada de tiernas manos...
algunas de estas fotos estan sacadas deL BLOG DE PORTOMELOXO