Lo que he dicho de mi generación vale también para el pasado, de la Biblia a Platón, Kant, Marx, Freud, Heidegger, etc. No voy a renunciar a nada, ni puedo hacerlo. Usted sabe, aprender a vivir es siempre narcisista: se quiere vivir tanto como sea posible, salvarse, perseverar, y cultivar todas esas cosas que, infinitamente más grandes y potentes que uno mismo, forman parte sin embargo de ese pequeño “yo” que desbordan por todas partes. Pedirme que renuncie a aquello que me ha formado, a aquello que tanto he amado, no es sino pedirme que me muera. En aquella fidelidad antedicha hay una suerte de instinto de conservación. Renunciar, por ejemplo, a una dificultad en la formulación, a un pliegue, a una paradoja, a una contradicción suplementaria, porque no se la va a comprender, o más bien, porque algún periodista que no sabe leerla, que ni siquiera sabe leer el título de un libro, crea saber de antemano que el lector o el oyente tampoco la van a entender y que su audiencia [l’Audimat] o su gana-pan sufrirán por ello, es para mí una obscenidad inaceptable. Es como si se me pidiese que me inclinase servilmente o que me muriese de imbecilidad.
miscelanea de frutas ideales para comer al caer el sol sobre las costas del mundo
miércoles, enero 25, 2012
Derrida en castellano - Estoy en guerra contra mí mismo
Derrida en castellano - Estoy en guerra contra mí mismo
martes, enero 24, 2012
sábado, enero 14, 2012
Traficantes de Sueños,
Traficantes de Sueños, Librería, Editorial, Distribuidora
Una iniciación chamánica
de Grojean, Marie-Joséphine
Editorial: oozebap
‘Una iniciación chamánica’, a medio camino entre el diario de viajes, el ensayo y el relato, es también una poderosa reflexión sobre la ecología y el valor de los pueblos tradicionales, que precisamente por su íntimo vínculo con la tierra están igual de amenazados y perjudicados por la depredación actual. La aventura es ambigua, pues el occidental no siempre está dispuesto a admitir que su modelo de vida sea tan demoledor, y menos aun que la solución se encuentre en las estigmatizadas tradiciones supuestamente atrasadas.
Leed el libro. Os encantará, en especial si aceptáis MIRAR LAS COSAS DE OTRA FORMA. Y en esta mirada se encuentra la verdadera magia.
Amina
Leed el libro. Os encantará, en especial si aceptáis MIRAR LAS COSAS DE OTRA FORMA. Y en esta mirada se encuentra la verdadera magia.
Amina
Número de páginas: 292
P.V.P: 18 €
sábado, enero 07, 2012
O pouso do fume - Web de Dores Tembrás
O pouso do fume - Web de Dores Tembrás:
anicada
ando a pensar palabras
pelas de manteiga
mentres o fume
se extingue
na mañá
cómo dicer
que marchaches
e eu
sen saber usar
a desnatadora
'via Blog this'
ando a pensar palabras
pelas de manteiga
mentres o fume
se extingue
na mañá
cómo dicer
que marchaches
e eu
sen saber usar
a desnatadora
'via Blog this'
viernes, enero 06, 2012
La fábrica de lápices.
desde la croa: HISTORIAS. La fábrica de lápices.
La fábrica de lápices.
La Fábrica de Lápices.
Podría ser el título para una buena historia.
Todo comenzó en 1934. Alberto Fernández Martín, que hasta aquel año había trabajado como representante de material de escritorio, observó como entre sus clientes estaba creciendo de modo llamativo la demanda de lápices y plumillas. No había sin embargo suministradores en el mercado que ofreciesen un material de calidad y con precios ajustados a tanta demanda. Fue así como, junto con otros socios, fundó la sociedad limitada Hispania Fábrica de Lápices. Se especializarían en la fabricación de lápices de mina de grafito y de colores, plumillas de acero y peines de caucho.
No sabe muy bien si fue el azar el que hizo que, en los primeros años de actividad de la fábrica, pasase a formar parte del equipo de producción el técnico alemán Johann Sindel, que se cree había llegado a Ferrol huyendo de la situación política de su país. Sindel dio su nombre al producto más exitoso de la empresa, el lápiz “Johann Sindel”, muy apreciado por la calidad de su madera de cedro americano y su mina de grafito. Los diseños de Sindel, y sus decisiones en la cadena de producción, hicieron que pronto los productos de Hispania gozasen de gran prestigio no sólo en España, sino en otros países a donde se exportaban.
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