domingo, octubre 08, 2006

las ventanas


le encantaba la cocina, el Mar que en ella se posaba, le encantaba la vida breve de las plantas, tan favorables a sus tardes, a sus incursiones aventuradas donde sus ojos bautizaban las cosas naciendo a cada instante, a veces hacia viajes con una tarde y a veces una rosa de los vientos con un recuerdo, entre los colores y sus criaturas contaba cuentos del tamaño de nosostros, de los amores, de tus penas.

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