Sobre este techo tranquilo
donde pacen tus ojos
caminan los días
como oraciones de un nómada
Hay un sabor a pan
que multiplica la calma
en esta dulce rutina de los carpinteros de espuma
Las quillas se llevan a la boca
la misma hierba
que tu genial pobreza
y el corazón palpita ante el tropel antiguo
y desconocidas canciones,
los carpinteros de derrotas
no detienen su luminosa faena
pero no pierden comba escuchando
los bailes,
ciertamente es medio DIA
de un lunes o un martes salvo la luna los jueves
y no sucede nada que no tenga el tamaño de un saludo
Mira,
contempla este cielo
rotundo en su fuga
que como un hueso yace
sobre tu ausencia
También las sombras y sus mondas yacen
haciendo del silencio
un lugar habitable una huerta del alma
Y casi todo es un hueso
un centro de hueso en el medio del DIA
y en el medio de un vuelo
Una raya de tiza
a la que mis ojos ladran
sin consuelo bajo una luna perpetua.
Hoy sin remedio no vuelvo a casa
(aunque tañen
las luces doradas
y los cabos de humo
llenan de azules norays
las laboriosas darsenas
de este Otoño de tierra)
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