martes, octubre 04, 2005

la velocidad de un dia

Sobre este techo tranquilo

donde pacen tus ojos

caminan los días

como oraciones de un nómada

Hay un sabor a pan

que multiplica la calma

en esta dulce rutina de los carpinteros de espuma

Las quillas se llevan a la boca

la misma hierba

que tu genial pobreza

y el corazón palpita ante el tropel antiguo

y desconocidas canciones,

los carpinteros de derrotas

no detienen su luminosa faena

pero no pierden comba escuchando

los bailes,

ciertamente es medio DIA

de un lunes o un martes salvo la luna los jueves

y no sucede nada que no tenga el tamaño de un saludo

Mira,

contempla este cielo

rotundo en su fuga

que como un hueso yace

sobre tu ausencia

También las sombras y sus mondas yacen

haciendo del silencio

un lugar habitable una huerta del alma

Y casi todo es un hueso

un centro de hueso en el medio del DIA

y en el medio de un vuelo

Una raya de tiza

a la que mis ojos ladran

sin consuelo bajo una luna perpetua.

Hoy sin remedio no vuelvo a casa

(aunque tañen
las luces doradas
y los cabos de humo
llenan de azules norays
las laboriosas darsenas
de este Otoño de tierra)

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