jueves, diciembre 01, 2005


Y al final el frio alcanzo a mordisquear el culo de las tardes.Las mañanas amanecen tiesas y mis dedos dormidos
burlan el insomnio de las uñas.Mirar por la ventana es como enterrar pajaros de cristal.De momento la enorme grua sigue sujetando a duras penas un cielo dehojado.
Salir a la intemperie es cantar como un descosido. Todas las esquinas hacen papiroflexia con los negros veleros de papel
que la lluvia jala hasta en la mismisima entrepierna de la vecina.
Regreso a casa con la cara desteñida y un niño aturdido por la fama mea en el portal que a estas horas del dia se comunica sin pudor con la parte mas sensible de las cocinas: los dichosos culos de sus ollas.
Es curioso vivr sin sombra tanto tiempo.

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