jueves, septiembre 14, 2006

del DIABLO GUARDIAN del escritor mejicano XAVIER VELASCO

Rosalba solía llevar unas gafas amarillas lo suficientemnente horribles para disimular el poder de sus ojos, y esa -de se las había quitado. Tenía los ojos anchos y profu­ndos, como esas madonas eslavas que acostumbran mi­rar desde un enigma en tal modo hermético que sólo previa función se puede entrar en él. Pig supo entonces que sola desnudez de ese rostro asimétrico era más que bast­ante para convencerlo de cualquier cosa, literalmente. ¡os que viajan pronto de la humedad al fuego, montados bre pómulos escarpados y casi desdeñosos, de modo que s labios, al extenderse, dibujaban la clase de sonrisa frente a la cual sólo un completo miserable podría decir ie no. Pues sólo esa sonrisa mitigaba, hasta el extremo borrarla por completo, la angustia provocada por los os hondos y voraces que parecían siempre esperar más. ¡os crepusculares, de emperatriz en el destierro, mí­San dentro de los suyos con la misma fijeza que exige un telescopio. Ya veces más allá, en ese punto donde la mírada inmóvil pasa del alcance telescópico al reco­lo quirúrgico, de tal forma que quien así contempla hace sino exigir tributo y vasallaje: tienes que mirar­mefficeffice" />



Pig recordó: le faltaban dos días para saber si se iba o se quedaba. Lo cual hasta ese día le preocupaba poco, y si n no deseaba que lo despidieran, había sentido, mañana ­con mañana, una profunda, cosquilleante gana de ser rechazado ahí donde todo le parecía rechazable. Todo me­nos Rosalba, ahora lo descubría, y se daba a temer como a inminente el veredicto adverso.


-No me conviene nada que te corran -reflexionó Rosalba en voz nunca tan baja para no ser oída por Pig que, de una pieza, permaneció mirándola y dudando si aquel «No me conviene nada...» llevaba dentro cualquier cosa a además de conveniencia. Aunque, si lo pensaba, pre­feria convenirle a serle indiferente.


(uNA HISTORIA DE ADOLESCENCIA, donde una muchacha, victima de padre y madre, colegio y amigas, realidad y sueño, reaciona sin cortapisas, con uñas y dientes aante la adulta avalancha de frustracion, engaño y mediocridad, repartiendolo todo de lo mismo, en cocteles a la medida segun avanza en un itinerario laborioso y enfangado, pero que no dejara en ningun momento de que cumpla con lo tramado en lo mas profundo de su corazon y que ella misma ira paladeando con sorpresa hasta alcanzar su meta, ya adulta, enamorada y lejos)



mas del DIABLO GUARDIAN



27. Ella y yo, de tú a tú


We'll see the city's ripped backside,
we'll see the bright and hollow sky,
we'll see the stars that shine so bright.­

Stars made for us tonight.
IGGY POP, The Passenger


No sería la primera vez que saqueara un panteón, pero nunca es lo mismo recoger un fémur perdido entre el cas­cajo que apalancar la losa de una cripta en condominio: la novena de izquierda a derecha, tercer piso. En un hotel, sería la número 307. 0 la 207, considerando que el pri­mer piso es el lobby. O la 107, si el hotel tiene vuelos suficientes para albergar salones de fiestas. Pero no es un hotel, ni una pensión. Es un maldito condominio a per­petuidad, donde las puertas y ventanas que engalanan la cripta de la familia Macotela resultarían superfluas, im­pensables. ¿Quién querría meterse a perpetuidad en ese agujero? Antes de dar el primer paso hacia afuera de la cripta, Pig calcula: bien podría escribirse una historia de horror con el solo destino de aquel osito rosa.


(Yo es la primera persona, seguramente porque im­porta más que las otras. Pero también porque es la primera en morirse, pues cuando ellos, los vivos, todavía rezan por él, por ella, o incluso por nosotros, hace tiempo que el yo no está presente, ni es concebible, ni parece deseable. Por más que quienes lloran apelen al tú, lo cierto es que no hay yo capaz de responder. Falta un yo: he ahí la gran noticia. Somos menos nosotros que ayer, nos hemos convertido en ellos para quien hasta ayer podía decir: yo.)



AMITAV GHOSH (SOBRE LA ESPUMA DEL DOLOR, la gran ola y su fatiga)




Amitav Ghosh



La ciudad junto al mar



51



-No se acerque al agua, esta subiendo la marea. Tenemos que marcharnos.


Me volvi para seguirlo, y ya caminabamos hacia las palmeras que ardian, cuando se detuvo en un lu­gar donde una caja de pinturas amarilla asomaba entre los escombros.


-Era de Vineeta, mi hija -dijo, y el tono impasi­ble de su voz fue mas dificil de soportar que un gri­to de dolor-. Le encantaba pintar; era muy buena. Habia ganado un premio, en Hyderabad.


Esperaba que el se agachara para recoger la caja,


pero en cambio se alejo, con la balsa de diapositivas.


-¡Espere! -grite-.¿.No quiere llevarse la caja?


-¡No! -me respondio con vehemencia al tiempo


que negaba con la cabeza-. ¿.De que serviria? ¿.Que me devolveria? -Se detuvo para mirarme par en­cima de la montura de las gafas-. ¿Sabe lo que paso la ultima vez que estuve aqui? Alguien habia encon­trado la cartera del colegio de mi hija y la guardo. Me la entrego como quien entrega una tarjeta. Fue alga espantoso. No la pude soportar.


Reemprendio la marcha. Incapaz de contener­


me, le grite:


-¿Esta seguro de que no quiere la caja?



-Si, estoy seguro -contesto sin volverse.


Me quede alli sorprendido mientras el caminaba


hacia el incendio, sin soltar la balsa de las diapositi­vas: ¿.como era posible que el unico recuerdo que habia decidido recuperar fueran aquellas imagenes ampliadas? Coma marido, padre, ser humano, era imposible no preguntarse: ¿que hubiese hecho yo en su caso?¿.Que hubiese sentido? ¿.Que habria escogido conservar del pasado? La verdad es que nadie puede saberlo, excepto cuando la vive, y en­tonces la eleccion deja de ser una eleccion y se con­vierte en una manifestacion de la mas profunda soberania del ser, que decide porque ahora no hay nada que empañe su vision. En su forma de escoger no habia ni una pizca de titubeo, ni el mas minimo asomo de duda. ¿.Se trataba, quiza, de que en este momento de la mas absoluta desolacion existia al­gun consuelo en el conocimiento de un esfuerzo im­personal?


¿Podia ser que estuviese buscando refu­gio en un aspecto de su existencia que no podia ser borrado par un acto de la naturaleza? ¿Acaso podia ser que hubiese un consuelo en la propia carencia de inmediatez, que el valor de las diapositivas resi­diera precisamente en su exclusion del intolerable dolor de la pérdida? con independencia de la razón, su mente se había fijado en unos objetos que deriva­ban su significado de una parte de su vida dedicada al estudio y la reflexión.


Hay momentos en que las palabras parecen inú­tiles, y nadie lo sabe mejor que un escritor. En estos momentos nos parece que sólo tiene valor actuar e intervenir en el curso de los acontecimientos: pen­sar, reflexionar, escribir, parece algo trivial y un des­perdicio. Pero la vida de la mente adopta muchas formas, y al final del día comprendí que, con su ma­nera de escoger, el Director había montado la más singular y poderosa defensa de su mente.



la tortura por I.Ramonet



Torturas...

Por Ignacio Ramonet

Le Monde diplomatique Diciembre de 2005 nº 122"Nosotros
no torturamos", afirmó George W. Bush. Era el 7 de noviembre último en
Panamá, al final de una gira de cinco días por América Latina, una
región largamente martirizada por regímenes dictatoriales -apoyados por
Washington- que practicaban masivamente las "desapariciones" de
sospechosos y la tortura. El presidente de Estados Unidos respondía así
a las recriminaciones formuladas por el diario The Washington Post (1)
contra los servicios de información estadounidenses, acusados de llevar
a cabo secuestros clandestinos de personas y torturas fuera de Estados
Unidos, en prisiones secretas llamadas "sitios negros".

¿Se
puede creer a Bush? La respuesta es no. ¿No había acaso afirmado, para
invadir Irak, que el régimen de Sadam Hussein estaba vinculado con la
red Al-Qaeda? ¿Y que Bagdad poseía "armas de destrucción masiva"? Dos
mentiras en nombre de las cuales Washington desencadenó una "guerra
preventiva" que costó la vida a decenas de miles de personas (entre
ellas, más de 2.000 militares estadounidenses).

Bush
no es de fiar. Menos aún sobre la cuestión de la tortura. Varios
informes, elaborados por instituciones que están más allá de toda
sospecha, como la Cruz Roja Internacional, Amnesty International o
Human Rights Watch (2), confirman que, desde los atentados del 11 de
septiembre, las autoridades estadounidenses ya no respetan, en su lucha
contra el "terrorismo internacional" (3), las Convenciones de Ginebra
sobre el trato debido a los detenidos, ni la Convención de las Naciones
Unidas contra la tortura.

La administración de Bush cambió las
reglas del juego al decidir, el día siguiente al 11 de septiembre,
instaurar tribunales de excepción y crear, fuera del territorio de
Estados Unidos -y, por ende, fuera de toda jurisdicción estadounidense-
la prisión de Guantánamo para encarcelar a "prisioneros del campo de
batalla" (calificación diferente de "prisioneros de guerra", lo que
impide el recurso a la Convención de Ginebra).

La
tesis neoconservadora del jurista Alberto Gonzales, ex asesor del
presidente y actual Attorney General (ministro de Justicia) es, de
algún modo, la siguiente: Estados Unidos no debe "debilitarse" por
respetar los derechos humanos. En dos informes remitidos en febrero y
agosto de 2002, Gonzales modificó el derecho relativo a la tortura.
Este término designa ahora, en Estados Unidos, sólo los actos "que
afecten irremediablemente a la integridad física de los prisioneros".
Más allá de este umbral, todo suplicio es legal.
¿Cómo
sorprenderse de que, desde diciembre de 2002, en la cárcel de Bagram,
Afganistán, la utilización de la tortura por parte del ejército
estadounidense se haya convertido en sistemática? Allí, los sospechosos
son "encadenados en sus celdas y golpeados con frecuencia", "lanzados
contra las paredes o las mesas", o reciben "patadas en la ingle y las
piernas", o se les vierte "agua en la boca hasta que se ahogan". Muchos
mueren (4).

Una
investigación dada a conocer por The New York Times (5), confirmó la
rutina de los tormentos infligidos por militares estadounidenses que,
en la mayoría de los casos, torturan a sus detenidos sin siquiera
interrogarlos... La investigación reconoce que las técnicas utilizadas
por los hombres del 519º batallón de información militar en Bagram les
fueron enseñadas en Guantánamo... Y que ese mismo batallón 519 ha
estado después a cargo de los brutales interrogatorios de la prisión
iraquí de Abu Ghraib.
Otras investigaciones revelan que la Central
Intelligence Agency (CIA) secuestra a sospechosos en todo el mundo -en
Alemania, Italia, Suecia y otros lugares- para entregarlos a países
amigos, como Arabia Saudí, Jordania o Egipto, donde pueden ser
torturados sin límites. Recientemente, algunos informes han demostrado
que la CIA disponía de una verdadera red de cárceles secretas en todo
el mundo -calificada por Amnistía Internacional de "gulag de nuestro
tiempo"-, algunas de las cuales estarían ubicadas en países de la Unión
Europea (¿Polonia?) y de Europa del Este (¿Rumanía?)

Además
de repugnante en los planos jurídico y ético, todo esto se revela como
desastroso para el prestigio moral de los estadounidenses en el mundo.
Como otras democracias enfrentadas a la amenaza del terrorismo, Estados
Unidos ve convertirse la cuestión de la tortura en un dilema político
central. En su debate con el vicepresidente Richard Cheney, defensor de
una línea dura, el senador republicano John McCain recordó que, dado
que existen sanciones que un gobierno democrático jamás debe infligir a
un ser humano, la grandeza de la democracia reside en su capacidad de
prohibirse recurrir a ciertas medidas de fuerza. La primera de ellas es
la tortura.

al volver a casa entre cadaveres exxxquisitos

ahora son las tres y te escribiria un poema

acabo de llegar a casa CON UNA RAMA EN LA BOCA

como un ser normal

la luz me sale hasta por las suelas

saber que te hablo

rige mi tristeza

la alegria es desbordante

como quien bracea musica

me cae tan lejos el MAPA MUNDI

que resuelvo la risa como si de escamas la mer

ay por que me tiembla la latitud

si el mapa quieto es un dulce

mi abuelo amaba la risa seca en los bolsillos

jamas encontre aceitunas en el balcon

entre las briznas su cumpleaños

vaya maravilla el puto cariño

cuando el silencio arma todo lo que el corazon describe

asi el mundo florecio para siempre

con frescas fronteras como frutas frescas

saber que alli, en algun lado

hablan otra lengua

y miman otra llama

y florecen mis pasos

y la puta vida

es una juerga llena de pasos

casi la
vuelta de hoja que una grua tiñe


antes de partir el aire

Por favor dejar que los rios las montañas los valles el silvido

de esa planta desconocida

el puto brote de ese pajaro que jamas habia pintado

nos separen para siempre

es un lindo lavado de dientes

para continuar con las pompas en homenaje a tres

Se me cuelga le state de la cintura

solo era hierba lo que le daba

y ella lunas y mas lunas y sus labios funambulistas

y yo ya un alambre desdoblandose

sobre todos las cerezas y su futuro de profundis

El opio de los desiertos, bendito tu vientre

nos elegia con las tiendas negras

justo al fondo

donde todos los bueyes desaparecian

y los ladridos de los perros

nos desnudaban como ladrones, mas tarde mucho mas tarde

honrados

en cada instante

como tus pasos que maravillosamente jamas seran los mios

y asi me beso hasta morirme







TSUNAMI Y POBREZA

Miercoles, Enero 11, 2006


tsunami y pobreza


1 www.observatorideute.org
Tsunamis, manglares y economías de
mercado
Devinder Sharma (experto en políticas de alimentación y agricultura).
Publicado en
Dissidentvoice.org el 11 de enero de 2005
Cuando empezaron a
llegar las primeras noticias sobre la devastación que había causado
el
mortífero maremoto, un locutor del canal de televisión Aaj Tak's Headline
Today
preguntó al corresponsal que informaba desde el lugar de la tragedia en
Tamil Nadu, al
sur de India: ¿Hay alguna estimación de las pérdidas
empresariales? ¿Puede decirnos
algo sobre ello dada la suma importancia que
tiene para los dirigentes empresariales?
El locutor no sabía o comprendía que
el desastre del tsunami, que iba a convertirse en
una catástrofe, se debía en
mayor o menor medida a las consecuencias de negocios y
economías falaces. La
magnitud del desastre se ha exacerbado por las políticas
económicas
neoliberales que promueven el crecimiento económico a costa de la
vida
humana. Ha sido la consecuencia de un sistema económico insensato-
propugnado por el
Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional- que es
partidario de destruir el
medioambiente, la naturaleza y la vida humana en
aras de un crecimiento económico
insostenible beneficioso para unos
pocos.
Desde los años 80, las regiones costeras de Asia han sido usurpadas
por las grandes
empresas de cría de langostinos que han implantado la malsana
acuicultura que destruye
el medioambiente en sus costas. La cría del
langostino, que ha superado los 8.000
millones de toneladas en el año 2000,
ha producido estragos en los delicados ecosistemas.
Las industrias de
"arrancar y marcharse", tal como la FAO (Organización de
Naciones Unidas para
la Alimentación y la Agricultura) ya ha denunciado, está siendo
financiada en
gran parte por el Banco Mundial, y cerca del 72 % de los criaderos
de
langostino se encuentran en Asia.
La expansión de estos criaderos de
langostinos se ha llevado a costa de los manglares
tropicales- que se
encuentran entre los más importantes ecosistemas del mundo. Cada
acre de
manglar destruido ocasiona una pérdida aproximada de 676 libras de
capturas
pesqueras. Las marismas de los manglares han sido una protección
natural de las
regiones costeras frente a las grandes mareas, frente al
impacto de los ciclones y
constituyen el criadero para las tres cuartas
partes de las especies pesqueras comerciales
que desarrollan parte de su
ciclo vital en los humedales del manglar. Los manglares, en
cualquier caso,
están siendo uno de los hábitat más amenazados del mundo, pero en
lugar de
regenerar esos humedales, las malas políticas económicas sólo han acelerado
su
desaparición. A pesar de las advertencias de los ecologistas y medio
ambientalistas, el
Banco Mundial ha hecho oídos sordos.
Los criaderos de
langostinos han continuado con su destructivo derroche, comiéndose
más de la
mitad de los manglares del mundo. Desde los años 60, por ejemplo,
la
acuicultura y otras actividades industriales en Tailandia han ocasionado
la desaparición
de más de 65.000 hectáreas de manglares. En Indonesia, Java
ha perdido el 70 por
ciento de los suyos, Sulawesi el 49 por ciento y Sumatra
el 36 %. De tal manera que,
cuando el tsunami golpeó con toda su furia, las
empresas que se dedican a la tala
estaban plenamente ocupadas en la provincia
de Aceh en cortar manglares para su
exportación a Malasia y Singapur.
En
India, la superficie de manglares se ha reducido a menos de un tercio de su
extensión
originaria en las últimas tres décadas. Entre 1963 y 1977 India ha
destruido cerca del 50
por ciento de sus marismas. Las comunidades locales
han sido obligadas a abandonarlos
para dejar que se establecieran criaderos
de langostinos. En Andhra Pradesh, más de
50.000 personas han sido
trasladadas a la fuerza y millones más se han desplazado de
todo el litoral
para dejar sitio a las factorías acuícolas, mientras que los
manglares
restantes han sido reducidos para la instalación de industrias
hoteleras. Con el apoyo y el
2 www.observatorideute.org
impulso de los
ministerios de Medioambiente y Bosques, y de Industria, los constructores
se
pusieron manos a la obra para devastar el litoral.
Hoteles de cinco
estrellas, campos de golf, industrias y grandes mansiones han surgido,
sin
tener en cuenta la preocupación que venían expresando los medio ambientalistas.
Los
dos ministerios se han esforzado en reducir las normas de la Zona de
Regulación Costera
(CRZ) para permitir que se establezcan hoteles dentro de
la zona de protección de 500
metros, que se suponía debía mantenerse a lo
largo de las playas. En una época de
economía de mercado, que se ha reflejado
en el desacertado slogan de India brillante,
los burócratas se han aliado con
los grandes intereses industriales y empresariales. Por
ello, mucha de la
responsabilidad por el enorme número de muertos corresponde al
Gobierno y a
los apologistas del libre mercado.
El boom turístico en la región asiática y
del Pacífico ha coincidido con las destructivas
consecuencias del crecimiento
de la cría del langostino. En la última década, las entradas
de turistas e
ingresos se han incrementado más rápidamente que en ninguna otra zona
del
mundo, casi en dos veces los índices de los países industrializados. Las
previsiones
para el año 2010 indican que la región superará a las Américas
para convertirse en la
segunda zona turística del mundo, con 229 millones de
entradas. Lo que se está
publicitando como señal del espectacular crecimiento
económico oculta los enormes
costes medio ambientales que están pagando esos
países y los que tendrán que soportar
en el futuro.
En las dos últimas
décadas, el litoral del golfo de Bengala, mar Arábigo y estrecho de
Malaca en
el Océano Índico, y el del sur del Océano Pacífico han sido testigos de
una
masiva inversión en turismo y hoteles. Myanmar y las Maldivas han sufrido
mucho menos
muertos por el tsunami debido a que la industria turística hasta
ahora no había extendido
sus tentáculos hacia los manglares vírgenes y los
arrecifes de coral que rodean la costa.
Los grandes arrecifes de coral que
rodean las islas Maldivas han absorbido gran parte de
la fuerza de las
gigantescas olas reduciendo el número de pérdidas humanas a poco más
de 100
muertos. Los arrecifes de coral absorben la furia del mar al romper las olas.
La
tragedia, sin embargo, es que más del 70 por ciento de los arrecifes de
coral del mundo
ya han sido destruidos.
De forma similar, la cadena de
islas de Surin, en la costa occidental de Tailandia, han
escapado de la
terrible destrucción. El anillo de arrecifes de coral que las rodea recibió
el
impacto de las furiosas olas pero se mantuvo firme y ayudó a romper la
fuerza letal del
tsunami. Los manglares ayudan a proteger los arrecifes de
coral porque filtran el légamo
que fluye de la tierra hacia el mar. El
crecimiento turístico, bien sea el llamado ecoturismo
o el turismo de ocio,
han diezmado los manglares y destruido los arrecifes de
coral.
Si los
manglares se hubieran mantenido intactos, los daños del tsunami hubieran
sido
mucho menores. Los ecologistas nos dicen que los manglares sirven de
doble protección:
la primera capa de manglares rojos con sus ramas flexibles
y raíces enmarañadas que
cuelgan sobre las aguas costeras absorben el impacto
inicial de las olas. La segunda capa
de altos manglares negros funciona como
un muro de contención que resiste a gran
parte de la furia del mar. Además,
los manglares absorben más cantidad de dióxido de
carbono por metro cuadrado
que el fitoplancton oceánico, un factor fundamental en el
calentamiento
global.
Había sucedido antes en Bangladesh. En 1960, un maremoto alcanzó la
costa en una
zona donde los manglares estaban intactos y no se produjo ni una
sóla pérdida humana.
Aquellos manglares después fueron cortados y
reemplazados por criaderos de
langostinos. En 1991, miles de desgraciadas
personas murieron cuando un tsunami de la
misma magnitud golpeó la misma
región. En Tamil Nadu, al sur de India, Pichavaram y
Muthupet , que tiene
espesos manglares, el maremoto del 26 de diciembre ha
oacsionado pocas
víctimas y escasos daños económicos. Con anterioridad, los célebres
humedales
de Bhiterkanika en Orissa (donde se crían las tortugas ridley) redujeron el
3
www.observatorideute.org
impacto del "super ciclón" que se abatió en octubre
de 1999, y que produjo la muerte de
más de 10.000 personas y dejó sin hogar a
millones.
El epicentro del asesino tsunami del 26 de diciembre estaba cerca
de la isla Simeuleu, en
Indonesia. El número de muertos fue
significativamente bajo simplemente debido a que
sus habitantes poseen el
conocimiento tradicional sobre los maremotos que
invariablemente se producen
tras un terremoto. En la isla de Nias, cercana a la de
Simeuleu, los
manglares han servido de muro que ha evitado la destrucción de la gente.
El
desafío, a partir de ahí, para los países desarrollados es aprender de las
tecnologías
probadas a través de los tiempos y perfeccionadas por las
comunidades locales.
Veamos ahora las ventajas comparativas de la protección
del medio ambiente para
reducir así los estragos de la economía orientada
exclusivamente al crecimiento del
mercado. Habiéndose decuplicado en los
últimos 15 años, la cría del langostino es ahora
una industria de 9.000
millones de dólares. Se estima que el consumo de langostinos en
América del
Norte, Japón y Europa occidental ha aumentado en un 300 por ciento en
los
últimos diez años. La masiva destrucción, sólo en 11 países asiáticos,
causada por el
tsunami del 26 de diciembre, supera en varias veces los
beneficios económicos que la
industria del langostino proclama haber
conseguido. Con más de 150.000 muertos, las
extraordinarias pérdidas sociales
y económicas tardarán algún tiempo en averiguarse.
Los gobiernos de todo el
mundo han prometido hasta ahora donar unos 4.000 millones
de dólares, en los
que no están incluidos los miles de millones que se están gastando
las
agencias de ayuda de emergencia. El Banco Mundial está considerando,
además, elevar
su paquete de ayudas hasta 1.500 millones de dólares. Hasta el
10 de enero de 2005
había ofrecido 175 millones de dólares, pero se ha
anunciado que su presidente, James
Wolfensohn ha declarado que " Podemos
llegar incluso hasta 1.000 o 1.500 millones de
dólares dependiendo de las
necesidades...". El Programa Mundial de Alimentos (WFP),
además, tiene
previsto alimentar a unos 2 millones de supervivientes durante los
próximos
seis meses. Esta operación probablemente costará 180 millones de
dólares.
Pero si los sucesivos presidentes del Banco Mundial se hubieran
abstenido de promover
agresivamente una mala política ecológica favorable a
la economía del mercado, un gran
número de vidas humanas se hubieran salvado
y se hubieran ahorrado los costes
consecuentes.
¿Qué ha ganado el mundo al
presionar para llevar a cabo reformas en el mercado con
una completa
indiferencia hacia las vidas humanas y el medio ambiente? ¿Puede
Wolfensohn
justificar el apoyo financiero prestado a la acuicultura y al turismo al
hacer
balance de los costes y beneficios, incluido el coste social que ha
supuesto? Veamos, por
ejemplo, el caso de los criaderos de langostinos. El
ciclo máximo de vida de una criadero
es de dos a cinco años. Una vez
transcurridos, los depósitos se abandonan dejando los
residuos tóxicos, el
ecosistema destruido y las comunidades humanas desplazadas, con
la
aniquilación de sus medios de subsistencia. Los criaderos se ponen en marcha a
costa
de los ecosistemas naturales incluidos los manglares. Entonces, el
ciclo completo se
repite en otra zona virgen de la costa. Se estima que las
pérdidas económicas que
producen los criaderos de langostinos equivalen a
cinco veces sus potenciales ganancias.
El turismo tampoco es mejor. Kerala,
en el sur de India, que se vende como " El país del
mismo Dios", ha destruido
sus manglares en un intento desesperado de atraer turistas.
Pero, sólo tras
el tsunami, el gobierno del Estado se ha apresurado a anunciar la
realización
de un proyecto de 349 millones de dólares dirigida a aislar la costa de
Kerala
de las oleadas de los maremotos. Ahora, otros destinos turísticos en
Asia probablemente
tendrán que replantearse. La pregunta que hoy debe
contestarse es si es necesario pagar
un terrible peaje en vidas humanas para
comprender la locura que supone seguir
ciegamente el estúpido mantra de la
economía de mercado ¿Cuánta gente queremos que
muera y cuántos millones
queremos que se queden sin hogar antes de que entendamos
el enorme error de
impulsar la economía de mercado? ¿Quién va a apoyar ahora a esos
economistas
del mercado, responsables del sufrimiento y de la pérdida de
vidas
humanas?.







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El enves de las postales que jamas enviamos.


El viaje fue el regreso


y aun quedan postales en blanco que a duras penas plagian pañuelos


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