lunes, noviembre 21, 2005


de GVich,reflejo















No hay nostalgia para el que vive
oyendo el arbol del mundo
perpetuamente encendido
como el avivado presente
Pero enlas raices de piedra
y en las ramas del aire
la luz a pesar de tus ojos
trenza la tibia lluvia
que nos cala hasta los huesos.
Y es un espejo de ceniza
el melancolico hogar de tu eco.

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