el frio ya muerde el culo de los niños
y asi en la tierra como en mis dedos
noviembre sopla sobra las brasas
dejando en los labios la ceniza del nombre
con el que te conocen la nieve
esa nieve que se alimenta de cuervos
caligrafos del silencio.
En el cielo rasante de los animales
hay un estampido que deja sin aire
Solo el humo de tu cocina
teje la calma para llegar a tiempo.
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